El
aniversario
Cada
23 de Febrero estamos de celebración. Para unos supone el triunfo de la
democracia sobre el totalitarismo; para otros un acto heroico de un grupo de
patriotas; los hay que piensan que es una chapuza propia de república bananera;
hay para todos los gustos. Pero sobre todo es un día señalado para los
chismosos, los conspiranóicos y los miembros
del periodismo-ficción. También habrá quien celebre su cumpleaños, aunque el
pobre ya habrá aprendido a contener su
alegría ese día para no abrir unas heridas que me temo cicatrizarán nunca.
Este
año, en su 33 cumpleaños la cosa está mas animada que de costumbre. Tenemos el
revuelo que originó el falso documental del equipo de Salvados “Operación
Palace” y la cascada de reacciones que ha generado el libro de Pilar Urbano “La
Gran Desmemoria”. El primero lo disfrute y el segundo no lo he leído, (ni
interés). En ambas propuestas se nos muestra una conspiración para llevar a
cabo un golpe de estado dirigido, bien por las fuerzas políticas, bien por el
Rey, al objeto de adelantarse a un golpe de estado real que hiciera volver una
dictadura militar. Ambas propuestas no son nada descabelladas.... Ni tampoco
originales.
Desde
hace bastante tiempo el Coronel Amadeo Martínez Inglés viene acusando al Rey de
estar detrás del golpe de estado del 23-F, de crear un golpe dirigido para
ensalzar su figura, garantizar y legitimar su reinado. En cuanto a la idea de
adelantarse a las tramas golpistas con un golpe de estado controlado tampoco es
original y hay mucha prensa y ensayo publicada al respecto. Tampoco supone una
novedad que los principales partidos políticos y hasta el Rey estuvieran
barajando la posibilidad de echar a Suárez del gobierno y nombrar presidente a
un militar en un hipotético gobierno de concentración nacional. A principios
del año 81 estaba en boca de todos.
Otra
cosa es el uso que se quiera hacer de ese material y la forma en la que se nos
presenta. Me parece loable el trabajo realizado con Operación Palace, porque entiendo que la
democracia Española es lo suficiente madura como para afrontar uno de sus
mayores tabús con sentido del humor (otra cosa es que a determinadas personas
le escueza que se la cuelen, como fue el caso). Además, quedó claro durante su
desarrollo el objetivo del experimento y se aclaró sobradamente que se trataba
de una ficción.
Otra
cosa es lo que se viene denominando periodismo-ficción, aquel que a partir de
informaciones más o menos contrastadas y mucha imaginación nos vende una
historia dirigida a nuestro lado más paranoico, que nos hace ver conspiraciones
en todas partes y, más importante, nos hace comprar libros y periódicos. Contra
ese tipo de periodismo está dirigido el programa de Évole.
Antes
de seguir: hay que leerse “Anatomía de un Instante” de Javier Cercas. Si lo vas
a leer no sigas leyendo esto.
La
operación Armada
Como
expliqué en mi anterior entrada, a finales de 80 y principios del 81, España
estaba al borde de un golpe de estado. El país estaba sufriendo una crisis
devastadora y el gobierno, con su presidente a la cabeza, no atinaba a
emprender acción alguna. Todo el mundo
quería expulsar a Suárez de la Moncloa, o se iba o lo echaban. Los servicios de
inteligencia estaban al tanto de al menos cinco tramas golpistas, y lo que es
más grave, la mayor parte del arco parlamentario se había dejado seducir ante
la idea de un golpe de estado blando que facilitara un gobierno de
concentración nacional para dar estabilidad política y económica al país, y
poner freno a la matanza terrorista.
Ello
no quiere decir que todo el mundo apoyara el golpe de estado, pero entre todos
generaron el caldo de cultivo idóneo para la gestación del 23-F. En todo caso,
lo más probable es que este u otro hubieran salido adelante, pues el malestar
en el ejército era incontenible.
Esa
era la idea del general Alfonso Armada: liderar un golpe de estado blando, un
golpe democráticamente justificable que diera paz y estabilidad al país. Algo
parecido a lo que había hecho el General de Gaulle en Francia en 1.958, que
asumiendo el cargo de Jefe del Estado impidió un golpe de estado duro y dio
origen a la V República Francesa, ganándose para siempre el título de Salvador
de la Patria.
Sería
un golpe blando porque se realizaría sin violencia y no se volvería a la
situación preconstitucional. Una democracia limitada temporalmente liderada por
un militar de prestigio para sacar a España de la agonía. Funcionó en Francia
con De Gaulle, y funcionó en Roma con Julio César. Bueno, en Roma no resultó,
pero la propia República preveía tal posibilidad en tiempos de crisis. Y a su
imagen y semejanza, la República Galáctica eligió al Senador Palpatin…… En fin, ya sabemos como
terminaron ambas.
Lo
cierto es que Armada se veía como el hombre idóneo para liderar el país, tenía
la formación y la arrogancia necesarias, además de respetar el sistema
democrático (véase aquí la incoherencia de plantear un golpe de estado para
sostener la democracia). Contaba también con su ascendente sobre el Rey, que
era la pieza clave del plan, y sobre el que creía ejercer una gran influencia
(no en vano fue Secretario General de la Casa del Rey durante 17 años).
Con
esa convicción y moviéndose con la cautela propia de un intrigante palaciego
fue sondeando a políticos, militares y notables, hasta el punto de que casi
todo el mundo llegó al convencimiento de que era necesario dar un giro de timón
y que el capitán que debía llevarlo a cabo era el general Armada.
El
problema es que el debía aparecer como el salvador de la patria y la democracia
y no como un golpista. Por ello no podía hacer el mismo el pronunciamiento;
necesitaba un hombre de acción que asestara el golpe, convencido que una vez
iniciado el Rey lo llamaría de forma inmediata para hacerse cargo de la
situación, mediara con los golpistas y liderara un gobierno provisional.
El
candidato elegido fue el teniente coronel Antonio Tejero, reputado golpista que
ya había sido condenado de forma muy liviana en un intento anterior (Operación
Galaxia) y que mostraba su disponibilidad para participar en otro en varios
artículos publicados por El Alcázar.
Ya tenemos presentados a los tres
protagonistas del golpe del 23-F. Y ya se puede entrever adelantar el principal
motivo de su fracaso, y todo porque cada uno de los tres principales implicados
tenía su propias motivaciones para participar en la trama. Cada uno tenía su
propios objetivos y su propia idea de golpe de estado: Armada un golpe blando
para liderar un gobierno que agrupara todos los partidos políticos (incluidos
los comunistas); Tejero un golpe duro a la antigua, con un gobierno
estrictamente militar que pusiera orden en el país y que tomara militarmente el
País Vasco para terminar de una vez con ETA, una vuelta al modelo franquista; Y
Miláns un gobierno también militar pero presidido por el Rey, cuya autoridad y
legitimación no cuestiona.
Parece
ser que estas discrepancias no salieron a la luz durante la gestación del
golpe, ya fuera porque no quisieron desvelar sus cartas, ya porque lo dieron por
sobreentendido, bien porque restringiendo la información había posibilidad de
manipular e instrumentalizar a cada uno. Pero el mayor farol se lo marcó Armada
al convencer a todo el mundo que el Rey estaba al tanto y apoyaba el golpe. A
lo mejor hasta el propio Armada se lo creyó, o interpretó mal sus deseos.
El
Rey dijo no. Emitió un comunicado por televisión mostrando su apoyo a la
democracia y frustró la intentona golpista. O casi, el Congreso continuaba
tomado y el triunfo del golpe aún era posible. En un intento desesperado Armada
toma la decisión de ir al Congreso para ofrecerse como mediador para hacer
desistir a Tejero del secuestro de los congresistas y llegar a un pacto con las
fuerzas políticas para que lo nombren presidente interino. En su entrevista con
el teniente Coronel quedan patentes las desavenencias entre ambos y Tejero, que
no quiere saber nada de gobiernos de concentración ni desiste en su actitud ni
cumple las órdenes de Armada y Miláns. Solo tras comprobar que el Rey no está a
favor de la intentona, que no cuenta con apoyo suficiente del Ejercito y que la
autoridad competente no va a aparecer para tomar el mando, se da por terminado
el secuestro.
El Elefante Blanco
Mucho
se ha especulado sobre la identidad del llamado Elefante Blanco, la Autoridad
Competente que debía presentarse en el Congreso para relevar a Tejero, liderar
el alzamiento y asumir el gobierno que naciera del mismo; el que había gestado
la trama. A mi modo de ver existen pocas dudas de que tal persona era el
General Armada, por todo lo que se ha dicho. Decir que esa persona podría ser el
Rey me parece una afirmación, no ya errónea, sino sensacionalista, apta para un
gran titular. El Rey como mucho habría aceptado la posibilidad que le brindaba
Armada como una forma temporal de afrontar la crisis, y seguro que se le pasó
por la cabeza en algún momento. Pero nunca se hubiera expuesto a encabezar un
golpe de estado que lo hubiera deslegitimado ante la ciudadanía y la comunidad
internacional, precisamente ahora que durante el proceso de la Transición se
iba olvidando su condición de delfín de Franco.
Lo
que sí hizo el rey fue posicionarse contra el golpe, asumiendo un riesgo importante:
que el ejército no lo acatara, que se sublevaran más capitanías generales
siguiendo el ejemplo de Miláns en Valencia o bien pronunciamientos cuartelarios.
Si ese hubiera sido el caso el golpe de estado podría haber triunfado, pero como
un golpe duro, o podría haber paso lo mismo que en el alzamiento del 36, y en
ambos casos el fin de la corona y el exilio.
El
rey abatió al elefante blanco y fue felicitado. Luego le cogió el gusto a eso
de matar elefantes, pero eso ya no estaba tan bien visto.
Lo
que más me aterra de toda esta historia es que pese a los múltiples fallos de
organización y la incompatibilidad de los implicados, es que el golpe de estado
estuvo muy cerca de triunfar. Si la Acoraza Brunete hubiera tomado Madrid, si
algún otro Capitán General hubiera sublevado una o varias regiones militares, si
Tejero hubiera aceptado las órdenes de Miláns, si el Rey hubiera tenido esa
entrevista con Armada, si unos cuantos cuarteles hubieran apoyado el golpe...
Cualquiera de estas variables podría haber decantado el resultado final.
Por
suerte no fue así, porque una vez iniciada una intentona golpista no puedes
contenerla. Era complicado que el plan inicial triunfara, y muy probable que el
resultado de la conspiración hubiera sido el contrario al esperado. De haber
triunfado nos hubiéramos encontrado con una nueva dictadura militar a imagen y
semejanza de la franquista, porque era lo conocido, la costumbre, porque era lo
que querían los mandos del ejército que habían hecho carrera en el Franquismo.
Y ese es el mayor reproche que hay que hacer a todos aquellos que vieron con
buenos ojos la idea del golpe blando. Con esas cosas no se juega.
La
trampa de la memoria
Casi
todo el mundo recuerda haber visto en directo y por televisión la entrada de
Tejero en el Congreso y el quieto todo el mundo famoso. Ese recuerdo es falso.
Las imágenes se emitieron un día después. Solo se escuchó en directo por la
radio. Todas las imágenes del congreso se grabaron pero en circuito cerrado. Si
nuestra propia memoria nos engaña, ¿no lo harán otras personas interesadas en
reinterpretar la historia a su gusto?.
El
bigote de Tejero
La imagen que tenemos del golpe en la actualidad esta distorsionada. Un guardia
civil con tricornio y bigote entrando en el congreso pistola en mano parece sacada de una película de Berlanga, como si entrara buscando algún congresista (o lideresa) que se ha dejado
el coche en doble fila para pedirle los papeles del coche. Y creo la culpa de todo la tiene el bigote, un complemento hoy en desuso, solo utilizado
por dictadores de Oriente Medio y por nuestro J.M. Aznar. Pero en aquella época
era tendencia. No en vano la Real Sociedad ganó sus dos ligas entre el año 80 y
el 82 con un grupo de ilustres bigotudos en sus filas. Y no hay que olvidarse
del gran Freddy Mercury y Queen, que causaba furor con "The Game".
Pobre bigote, es el único que merece algo de reconocimiento en esta triste historia.
Pobre bigote, es el único que merece algo de reconocimiento en esta triste historia.
"domingo de guzmán lorca vera abogado","abogado murcia", "abogado murcia provincia","domingolorca", "abogados murcia"
No hay comentarios:
Publicar un comentario